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Encontrando nuevos ladrillos

Los medios de comunicación generalistas se han hecho eco estos días del descubrimiento del elemento químico que ocupa el puesto 115 en la tabla periódica. O dicho con otras palabras el ladrillo 115.

Los elementos que se están descubriendo son artificiales, no se encuentran en la naturaleza y se obtienen después de unos procesos bastante complicados que solo están al alcance de unos pocos laboratorios en el mundo. Además, una vez fabricados tardan muy pocos milisegundos en descomponerse.

Es tan breve su vida, que los experimentos para comprobar su existencia son también complicados de realizar. Tanto que lo hecho ahora es la comprobación de que los primeros indicios encontrados por otro equipo de científicos hace casi 10 años se correspondían con el elemento de número atómico 115.

Resumiéndolo mucho, para fabricar un nuevo elemento hay que hacer chocar dos átomos y que el “pegote” formado no se despegue antes de hacer las mediciones que permitan confirmar su  formación.

El elemento ha recibido el nombre provisional de ununpentio. Ese nombre indica que su número atómico es 115 y es el resultado de la aplicación de una sistemática adoptada hace unos años y que la explica muy bien el amigo Eugenio Manuel en esta página (http://naukas.com/2013/08/30/ununpentium-como-nombrar-un-elemento/).

Más adelante ya se le dará un nombre definitivo que seguro que es más evocador. Los dos últimos bautizos han sido flevorio (antes ununquadio) y  livermorio (antes ununhexio) en 2012.

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